El chino, un idioma difícil pero que vale la pena

Catalogado como uno de los idiomas más difíciles del mundo, aprender chino no es una tarea nada fácil, requiere un gran esfuerzo y horas de dedicación. Adquirir competencias lingüísticas en chino mandarín supone abrirse hacia uno de los idiomas más importantes del mundo y hacia una economía más que transcendental en la actualidad.

En los últimos años, se ha creado una especie de movimiento en torno al mundo de los idiomas, y es que todos queremos aprender y aprender, especialmente alentados por la consecución de la mejora de las condiciones labores y o a la simple búsqueda de un puesto de trabajo. Ante ello, nos paramos poco a pensar por qué elegimos un idioma y no otro, y qué nos proporcionará el aprendizaje de esa nueva lengua a nuestra vida.

Los expertos recomiendan que antes de enfrentarnos a un nuevo idioma nos hagamos tres preguntas:

¿Para qué me va a servir este idioma?

¿Cuánto esfuerzo, tiempo y dinero será necesario para adquirir las destrezas idiomáticas de ese nuevo idioma que nos llama la atención?

¿Estamos verdaderamente dispuestos a llegar hasta el final en cuanto al estudio de la lengua elegida se refiere y habiendo tenido en cuenta los puntos anteriormente señalados?

Evidentemente, aprender siempre es algo positivo, eso sí cada persona tiene una serie de necesidades. Hay idiomas a los que estamos acostumbrados desde que a edades muy tempranas nos ponen en contacto con ellos, siendo el mayor ejemplo el inglés. Después al crecer y al conocer nuevo mundo, esas necesidades de las que hablamos se van perfilando y es entonces cuando nace el afán, entre otras cosas, por estudiar nuevas lenguas, de explorar otros mundos hasta el momento desconocidos.

El chino es una de esas nuevas lenguas que despierta interés a su paso, habiendo aumentado el número de adeptos por todo el mundo de una forma considerable en los últimos años. Se trata de la lengua más hablada del mundo, pues cuenta con 1.1 mil millones de hablantes nativos, un motivo de peso para interesarse por un idioma cuanto menos peculiar. Aunque a ello hay que unirle que China se ha hecho con una de las economías más fuertes y trascendentales en nuestros días, y que en el caso de España se traduce en numerosas relaciones comerciales. Es debido a ese apoyo económico que supone el país asiático para España, por lo que muchos han sido los empresarios que han decidido adentrarse en el estudio del chino mandarín con el fin de fortalecer sus relaciones comerciales con uno de sus principales países exportadores.

Algunos encuentran al chino un idioma atractivo, pero les frena su gran dificultad, pues se necesita adquirir unos 3.000 caracteres para dominar esta lengua asiática, por lo que requiere un gran esfuerzo y dedicación. A ello, hay que incluirle que con el paso del tiempo aparecen nuevos métodos que facilitan este aprendizaje que a tantos asustan, pero que una vez adquirido tantas puertas abre y tanto aventaja a los que consiguen hablarlo con cierta soltura.

Para ello, el primer paso, como en la elección de cualquier otro idioma, es encontrar a la academia adecuada. Un lugar en el que cuentes con un tutor que resuelva tus dudas, donde haya un seguimiento de tus avances y donde te sientas cómodo y con fuerza para seguir esforzándote, sin perder las ganas de continuar pase lo que pase.

No hay que olvidar que los idiomas no se aprenden de repente, sea cual sea la lengua de la que se trate. Aunque a veces hay que ir incluso más allá de los beneficios que el estudio de un idioma nos proporciona a nuestra vida, ya que también mejora nuestra salud dándole un empujón a las funciones cognitivas y ejecutivas. Hecho que unido a la diferencia que el estudio de idiomas como el chino mandarín supone en terrenos como el laboral, hacen al aprendizaje de las lenguas algo cada vez más necesario.