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yī, èr, sān

Como siempre, el título de mi post suele estar muy relacionado con el contenido de la clase del día. Yī, èr, sān (uno, dos, tres).

Efectivamente, hoy le ha tocado el turno a los números y, de nuevo, otra sorpresa de las que nos gustan a los que estamos aprendiendo. Nada de “catorce, quince, treinta, cuarenta o ciento veinticuatro” En chino mandarín es tan simple como aprender del uno al diez y luego cien y mil. Sí, así de escuetos son. Para decir veinte, por ejemplo, usan el dos delante del diez: èr, shí  y… ¡listo!

Algo curioso que he observado en clase, es que para algunos compañeros es más sencillo aprender a escribir los caracteres chinos que el pinyin y para otros es más sencillo aprender oralmente. Para mí, es una mezcla de todos, algunas palabras o expresiones las aprendo primero en caracteres y luego las relaciono en pinyin y otras las recuerdo antes con pinyin. Considero que este último, sin duda, nos ha ayudado muchísimo a los europeos a acercarnos al idioma y comunicarnos más fácilmente.

También hemos aprendido a saludar con buenos días, buenas tardes, buenas noches y algo que no tenemos en nuestro idioma que es buenos medios días. Sin embargo, nos ha llamado la atención que la profesora nos contase que normalmente en china, a no ser que entres en un sitio algo más formal, como puede ser el trabajo (y a veces, ni eso), no se suele saludar. Es decir, llegas a casa y allí están tus padres o algún familiar y no se saludan, simplemente entras y ya está.

Como veis en cada clase, aunque no sea nuestra intención, aprendemos un poco de la cultura porque, a partir del vocabulario, surgen irremediablemente comentarios por parte de la profesora en los que podemos descubrir un poco de cómo se vive en China. A ella también le encanta sorprendernos con cada uno de los detalles que, al llegar a España, tuvo que aprender por ser diferente a lo que estaba acostumbrada en su país.

Y, me quedo con ganas de contar más, pero habrá que esperar hasta la próxima clase. Zài jiàn!